MALOS MODOS Y PEORES IDEAS
Érase que se era un niño engominado que siempre que perdía jugando al fútbol se picaba y se iba a casa, no sin antes insultar a los demás.
Si hubiera conocido la palabra "antidemócrata" seguro que la hubiera empleado.
Tampoco conocía los adjetivos "inmoral" ni "fundamentalista", así que simplemente llamaba a los demás niños que no estaban de acuerdo con él "malos".
A nadie parecía importarle demasiado sus malos modos y peores ideas, hasta que creció y ascendió.
Ahora, cada vez que abre la boca sube el pan y se oye a muchas dentaduras crujir de rabia ante quienes solamente han crecido en odio y soberbia y a los que los años no han podido hacer cambiar.
Si hubiera conocido la palabra "antidemócrata" seguro que la hubiera empleado.
Tampoco conocía los adjetivos "inmoral" ni "fundamentalista", así que simplemente llamaba a los demás niños que no estaban de acuerdo con él "malos".
A nadie parecía importarle demasiado sus malos modos y peores ideas, hasta que creció y ascendió.
Ahora, cada vez que abre la boca sube el pan y se oye a muchas dentaduras crujir de rabia ante quienes solamente han crecido en odio y soberbia y a los que los años no han podido hacer cambiar.
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